Cirugía de páncreas
Pancreatitis
La pancreatitis aguda es un proceso inflamatorio agudo que afecta a la glándula pancreática. Producido por una gran variedad de causas, como metabolicas, infecciosas, por alcohol etc., tiene la característica de que con cierta frecuencia activa una serie de sistemas inflamatorios y antiinflamatorios de efectos sistémicos que conducen a la aparición de falla orgánica, cuyas consecuencias pueden ser fatales.
Su síntoma principal es un dolor abdominal agudo. De acuerdo con la aparición o no de complicaciones el episodio de pancreatitis aguda se clasifica como grave o leve respectivamente.
Se establecido en la reunión de expertos en Atlanta una clasificación de acuerdo con criterios clínicos y evolutivos, reconociéndose 2 tipos de PA: Leve y Grave caracterizada esta última por la presencia de falla orgánica o complicaciones locales como necrosis, absceso o seudoquiste.
La pancreatitis aguda es uno de los diagnósticos más frecuentes dentro de la patología abdominal, la incidencia de dicho padecimiento varía dependiendo de las poblaciones estudiadas desde los 4.9 hasta cifras tan altas como 74 casos por cada 100, 000 habitantes. En general, se ha observado un incremento de su incidencia en la última década.
La incidencia de la pancreatitis aguda está directamente relacionada con dos etiologías que representan su principal factor de riesgo: la colecistolitiasis y el consumo de alcohol. En general, 20% de los pacientes en quienes se diagnostica pancreatitis aguda presentaran cuadros severos, con mortalidades globales de hasta el 30%. El fenómeno fisiopatológico central es la activación inadecuada de enzimas proteolíticas dentro del parénquima pancreático, que desencadena la respuesta inflamatoria sistémica que determinará la evolución clínica posterior.
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica, cuadro clínico y evidencia por laboratorio y/o imagen.
En la gran mayoría de los pacientes el cuadro cede con manejo conservador. Sin embargo, del 15 al 20% de los casos se presenta como cuadros severos que pueden poner en riesgo la vida del paciente a corto y largo plazo.
La falla en un tratamiento adecuado de manera inicial, eleva la mortalidad y la morbilidad de la enfermedad así como el riesgo de complicaciones.
Por tal motivo se deberá de acudir ante sospechas con un especialista.